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El Sol ha alcanzado un punto de irradiación estable. Tras la puerta del primer equinoccio anual del calendario gregoriano, los impulsos y la creatividad ariana se han topado con la resistencia de la materia: es hora de hacer sustancia. En la primavera boreal, Tauro representa la floración, los pimpollos abriéndose pétalo por pétalo para exhalar su polen y su aroma. Es el momento sexual de la naturaleza y por ello se asocia a dicha estación con la pubertad.
En el sur, en cambio, el otoño le cede más y más terreno a las bajas temperaturas, señalando el momento en que los árboles deben desprenderse de su follaje veraniego. Tauro austral internaliza la potencia sexual y nos enseña a rumiarla; de una u otra forma, el reverdecer ocurre por dentro, y es necesario llevar la atención a los procesos de "digestión" internos sobre los comienzos que tuvieron lugar en el paso del Sol por el carnero.
Una vez por año, entre abril y mayo, el ciclo de generación de recursos aparece y podemos, o bien poner todas esas fichas en el goce sensorial; o, por el contrario, buscar la manera de apuntalar nuestros proyectos recién iniciados, o aquellos que, aún en forma de ideas, requieren de cierta concreción. Lo interesante es no perder de vista las pasiones.
Precisamente, una de las virtudes que se recomienda vivenciar durante el tránsito taurino es la Ecuanimidad. ¿Qué significa esta palabra? Pues la capacidad de permanecer con ánimo equilibrado frente a cualquier circunstancia. De esta manera, por mucho paño rojo que se nos sacuda delante, nuestro "Tauro interior" se limitará a seguir pastando plácidamente y podremos conducirlo hacia terrenos más elevados.
Esta virtud, se dice, deviene en progreso, lo que en este signo fijo de tierra implica el tesón y la constancia que hacen falta para avanzar en el día a día. Pareciera más bien una virtud acuariana, pero lo cierto es que no se trata de un progreso a nivel colectivo, como lo sería en el undécimo signo, sino de la capacidad de incorporar la materia a las realizaciones a las que cada espíritu aspira, logrando progresar por sobre la resistencia de lo más denso.
Que los placeres taurinos nos encuentren enfocados en el camino: así, podremos tomar al toro por las cuernos y tener una base más sólida que para plantarnos de cara al resto del ciclo anual. ¡Feliz y gozoso tránsito!
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Excelente reflexión como siempre! Que sea un ciclo productivo, fructifero, de crecimiento, de consolidación de los nuevos espacios y circunstancias. Gracias por tu sabiduría!!
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