21 de agosto de 2017

Eclipse Total de Sol - Agosto 2017


El fenómeno celeste conocido como "eclipse" involucra a dos cuerpos de gran relevancia para la vida en la Tierra: el Sol y la Luna. Esto, era razón de más para que los astrólogos y astrónomos de antaño se preocuparan por saber cuándo ocurriría y pusieran especial empeño en interpretarlo. Sin embargo, lo hacían fundamentalmente porque consideraban a este suceso como algo negativo, pues, a la gran mayoría de la gente, le provocaba terror ver a su única fuente de luz y calor natural ensombrecida. Y todo eso sin tener en cuenta las supersticiones que circulaban, ni el significado espiritual que se le atribuía.

Lo que todos sabemos hoy, siglos después, es el principio astronómico de por qué ocurren los eclipses: la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, durante la fase de novilunio, y su disco (desde nuestra engañosa perspectiva) se superpone al del Astro Rey, por algunos minutos. No obstante, por otro lado, todavía quedan reminiscencias de esa connotación oscura y fatalista que se les adjudicaba. Y eso se debe, en buena parte, a entendidos en la materia que han conservado esas interpretaciones antiguas, quizás, por falta de adecuación a las nuevas necesidades de la humanidad.

Pero mirando el cielo un poco más actual, hace algunas horas experimentamos el evento de un eclipse solar total, ocurrido en los últimos grados del signo de Leo, en conjunción a la reconocida estrella Regulus, "el pequeño rey". El mismo tuvo mayor rango de visibilidad en el hemisferio norte; así como el próximo, de tipo parcial en febrero de 2018, será observable al sur del globo. 

Y en esta parte me detengo para aclarar que, al igual que sucede con los planetas, los eclipses tienen su propio ciclo que se repite cada 19 años. Por lo tanto, no se trata de eventos aislados portadores de calamidades, ni tampoco portales que liberan oscuridad. Desde la visión humanística y evolutiva de la astrología, durante un eclipse total de sol, dependiendo de si ocurre cerca del Nodo Norte o Sur de la Luna, puede traernos cuestiones del pasado que irrumpen en nuestro presente, para ser integradas o resueltas; o bien puede activar lo necesario para que nos enfoquemos en el aquí y ahora, brindándonos el "piso" emocional para que saquemos algo de nuestro ser a relucir. 

Volviendo al evento astronómico de hoy, sabemos que ocurrió cerca del Nodo Norte (25° Leo), con lo cual, podemos decir que estuvo sacando a flote (y lo seguirá haciendo hasta febrero) todo tipo de situaciones ligadas a nuestro pasado, con el fin de purgar nuestra consciencia, personal y colectiva, en pos de desarrollar una identidad más plena y auténtica con el Ser Esencial de cada quien. Recordemos que en el eje nodal, del otro lado, se encuentra Acuario, con su llamado a que cada ser humano individual coopere con lo grupal; en este caso, sin perder su centro interior. 

Para terminar, me gustaría recalcar que quienes tengan planetas, o puntos importantes de su carta, en los signos fijos (Tauro, Leo. Escorpio y Acuario) serán los que perciban las oportunidades y requerimientos energéticos de este eclipse con mayor intensidad. Para ellos, todo lo dicho será más que evidente, siempre que, precisamente, no se cierren. Después de todo, si tenemos en cuenta que lo que nos llega como experiencia es un mensaje particular del alma en evolución, hay que reconocer que los colores los asigna nuestra mente y  sus creencias. 

Los dejo con este regalo musical, un clásico muy apropiado para la ocasión astronómica... Abrazos cósmicos. 


      
     
        

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...